Tras su entrada en Cochabamba y Santa Cruz, Alfa Bolivia ya trabaja en su llegada a La Paz y a otros departamentos, con la meta de contar con al menos una oficina operativa en cada región del país durante su primer año
Alfa Bolivia, la master franquicia de la red española Alfa Inmobiliaria en el país andino, ha cerrado sus primeros meses de actividad con una implantación mucho más rápida de lo previsto. Desde el lanzamiento oficial, el 31 de julio de 2025, la compañía ha puesto en marcha 31 oficinas franquiciadas en Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, tiene otras tres en trámites de incorporación y ya reúne a más de 1.045 asesores inmobiliarios activos. Estas cifras colocan al proyecto entre los más dinámicos del sector.
El desarrollo en Bolivia está dirigido por Christian Burgoa, empresario con amplia experiencia local. Su llegada ha permitido adaptar con agilidad el modelo operativo de Alfa Inmobiliaria, que acumula 28 años de trayectoria y más de 180 oficinas entre España y México. Cuando la firma del acuerdo de master franquicia se anunció en agosto desde Madrid, la previsión era abrir dos agencias adicionales a las cinco que ya poseía antes de fin de año y alcanzar al menos 15 más en 2026. La realidad ha ido por delante. En menos de medio año, la red se ha extendido con una velocidad poco habitual en el mercado boliviano, y ha logrado atraer a cientos de profesionales que buscan un sistema de trabajo más estructurado y con mayor retorno económico
Esta rápida consolidación ha despertado interés en un sector que observa cómo crece la demanda de servicios profesionales tanto en compraventa como en alquileres. Tras su entrada en Cochabamba y Santa Cruz, Alfa Bolivia ya trabaja en su llegada a La Paz y a otros departamentos, con la meta de contar con al menos una oficina operativa en cada región del país durante su primer año. Esta expansión responde a las afinidades culturales y lingüísticas con mercados como México y España, facilitando una implantación eficiente.
Antonio Pérez de la Torre, director general de la compañía en España, atribuye este éxito a cuatro factores. El primero es la adaptación precisa del sistema operativo al contexto boliviano. El segundo es un programa de formación continua que impulsa la productividad diaria de los equipos. El tercero pasa por el uso de herramientas tecnológicas propias de la marca, que permiten una gestión más eficiente de la captación, venta y seguimiento de inmuebles. Y, el cuarto se centra en un plan de marketing digital que ha incrementado la visibilidad de las propiedades en un entorno donde los canales online ganan peso.
En este marco, la compañía lanzó el pasado viernes Alfa University, una plataforma educativa pensada para formar a sus asesores desde los conocimientos básicos. Los primeros cursos abordan habilidades esenciales del oficio e incluyen el lema «Capacítate, crece y…», que Alfa Bolivia utilizará en sus campañas internas. El objetivo es ofrecer a los más de 1.000 asesores activos contenidos prácticos y actualizados, y asegurar que cada nueva oficina incorpore profesionales preparados para competir en un mercado cambiante. La dirección considera esta herramienta un elemento clave para sostener el ritmo de expansión.
El impacto trasciende números: el sector inmobiliario boliviano observa con atención esta consolidación rápida, que despierta interés en un entorno de evolución económica y demanda creciente por servicios profesionales en compraventa y alquileres.
Aunque Alfa Inmobiliaria ya había considerado Bolivia en el pasado, factores externos obligaron a posponer su entrada. Hoy, la compañía retoma el proyecto con un enfoque maduro, una alianza local robusta y un modelo adaptado a las nuevas dinámicas del sector.
El grupo también mantiene su crecimiento en España. Coincidiendo con el desarrollo en Bolivia, Alfa Inmobiliaria ha abierto nuevas oficinas en España y hay varias más en fase de formación que se incorporarán a la red en las próximas semanas.
