El modelo Gil Stauffer en la importancia de la comunicación corporativa

Charo Álvaro Caballero, DIRCOM & Marketing de la franquicia Gil Stauffer, escribe sobre la importancia de la comunicación corporativa en la actualidad.

¿En qué consiste la comunicación corporativa?

Sin duda, la comunicación corporativa se ha convertido en un valor al alza en los últimos años, pues internet ha dinamizado la información en general y las compañías necesitan explicar cuidadosamente a qué se dedican, cómo lo hacen y cuál es su utilidad para los usuarios, de manera que estos eligen a las marcas que más beneficios les pueden aportar en cada caso. Por tanto, la ascendente importancia de la comunicación corporativa es innegable y las empresas deben esforzase, cada vez más, en mostrar sus valores para ser elegidas por los consumidores.

Pero empecemos por acotar en qué consiste la comunicación corporativa: el hombre es un ser social por naturaleza y, en su sociabilidad, busca sinergias que le aporten mayor bienestar. En este contexto, las empresas son una piedra angular y tienen que convencer al público de ese cometido de producir beneficios al usuario. Así, las compañías e instituciones han de asumir que la comunicación corporativa es un conjunto de mensajes que se deben orquestar, tanto a nivel interno como externo, y cuyo enfoque ha de tender a favorecer su imagen pública para ser elegidas por ese consumidor soberano en el universo comercial.

¿Qué ha cambiado con el transcurso del tiempo?

La comunicación corporativa se nutre de muchos factores y los medios de comunicación convencionales siguen contribuyendo a fortalecer la imagen de marca. Sin embargo, en los últimos años, el usuario se ha convertido en un ente mucho más autónomo, pues tiene a su disposición una formidable biblioteca con ingente cantidad de información en internet y multitud de canales pluridisciplinares a su alcance.

Por tanto, la competencia se ha multiplicado enormemente y ha cambiado el tejido empresarial, la mentalidad del consumidor, la velocidad en la transmisión de noticias, la fugacidad de los mensajes, han surgido nuevos y múltiples canales de comunicación -como las redes sociales y las aplicaciones de todo tipo- y también algunos otros aspectos, como la forma de expresión que ahora es, quizás, más directa e incluso un tanto menos formal. De esta manera, la información bulle y las empresas han de esforzarse aún más en proteger y difundir su prestigio en ese cosmos informativo.

Pero, además de todos esos cambios evolutivos en la comunicación, la vida nos ha traído una pandemia en la que seguimos aún inmersos, con sus contradicciones sociales y económicas, con sus interacciones digitales en todos los órdenes de la vida, sus infinitas videoconferencias, un teletrabajo afanosamente persistente, así como toda una serie de circunstancias con las que hay que bregar de forma cotidiana.

¿Por qué los consumidores eligen una u otra marca?

Ese soberano consumidor actual buscará, en cada caso, unos valores. En ocasiones, se ceñirá a elegir empresas que les ofrezcan precios baratos sobre determinados artículos o servicios, corriendo los riesgos que esto conlleva. En otros casos, buscará calidad y se decantará por una u otra compañía eligiendo por prestigio y por los valores que esa marca difunde. La estrategia de branding tiene mucho que decir aquí, pues si un usuario busca calidad pero la empresa tiene dudosa reputación, difícilmente se va a decantar por esta opción. Por tanto, la comunicación corporativa se ha convertido en una piedra angular en los resultados comerciales, ya que es una herramienta que ayuda a mejorar la reputación de las marcas, proyectando una imagen de confianza, diferenciando la empresa de los competidores y fidelizando clientes que, a su vez, recomendarán estos productos o servicios a terceros, favoreciendo así la solidez empresarial.

Así, el responsable de la imagen corporativa debe ser un profesional con una amplia visión del negocio para poder contemplar e incluir, en su estrategia y en su plan de comunicación, todos los aspectos en los que basar los mensajes que se difunden: personalidad de marca, slogans, naming, posicionamiento de marca y todos aquellos elementos que puedan llegar a ser la cara visible de la empresa en función de unos valores determinados.

¿Qué valores transmite Gil Stauffer?

En la transmisión de valores actuales relacionados con la comunicación corporativa existe una corriente marcada por la mejora de la sociedad, en la que las compañías apuestan por fomentar aspectos de sostenibilidad y medio ambiente, salud y bienestar (sobre todo a raíz de la pandemia por la covid-19) comunicación inclusiva y no sexista con planes de igualdad en las empresas, acciones solidarias… En definitiva, políticas de responsabilidad social corporativa bien definidas.

En el caso de Gil Stauffer, podemos afirmar que nuestra comunicación corporativa contempla todos esos aspectos, pues ninguna empresa que se precie, en la actualidad, debería permanecer ajena a los valores mencionados. Pero, además, no hay que dejar de lado otros factores que, históricamente, han robustecido la marca. Es decir, los valores peculiares que aportan confianza al consumidor en cada sector de actividad. Valores que, en nuestro caso, están muy claros: Una trayectoria empresarial de más 116 años y una cobertura comercial con sedes en las principales ciudades españolas, con corresponsales de calidad certificada en todos los países del mundo. He ahí algunas de las razones por las que los consumidores nos eligen: Por la confianza basada en esos pilares de tradición y calidad a precios de mercado.

Así, a lo largo de más de un siglo, hemos emitido mensajes idóneos en consonancia con nuestra política de comunicación corporativa, consiguiendo fidelizar a varias generaciones de usuarios y con un legado donde la recomendación es la reina. Un aspecto del que nos sentimos especialmente orgullosos y por el que derrochamos agradecimiento hacia nuestros clientes.