Después de las vacaciones, no solo cuesta volver a la rutina: también lo nota la piel. Cambios de horario, calor, exceso de sol y una agenda inestable provocan un auténtico jet lag facial. Pero hay tratamientos que ayudan a recuperar el equilibrio, así lo explica la esteticista Silvia Giralt, fundadora del centro con el mismo nombre
El jet lag facial es real, y no solo lo sufren quienes cruzan océanos. El rostro también se ve afectado por los cambios de rutina, falta de sueño y estrés que generan los viajes. Silvia Giralt, esteticista con más de 30 años de trayectoria y fundadora del Centro de Estética Avanzada Silvia Giralt, explica cómo estos cambios de horarios (ya sea por diferentes husos horarios o cambios de rutinas) afectan a la piel y qué se puede hacer para deshacernos de sus efectos en cabina.
¿Qué es el jet lag facial?
Cuando se viaja a un país con un diferente huso horario, se altera el ritmo circadiano del cuerpo dando lugar al famoso jet lag, este no afecta únicamente a la orientación, también tiene varios efectos negativos sobre la piel. Tal y como menciona Giralt, «el rostro puede adquirir un tono más apagado y la piel verse más opaca, las ojeras se marcan más, se produce una hinchazón en los ojos y el rostro, se siente una textura más áspera o deshidratada y pueden aparecer granitos y una disminución de la luminosidad natural«.
No obstante, esto no sucede exclusivamente a quienes viajan a un país lejano, «realmente puede sucederle a cualquiera que se vaya de vacaciones independientemente del lugar, debido a que estas implican cambios en las rutinas, como irse a dormir más tarde, no descansar adecuadamente por el calor o por no estar acostumbrado a esa cama, etc.», informa la esteticista. A ello añade que «durante el descanso nocturno profundo es cuando la piel se regenera, si este proceso se interrumpe la piel no logra repararse correctamente dando lugar a todos aquellos efectos».
Beauty Face Repair: el tratamiento que devuelve la luminosidad
Para tratar los efectos que el jet lag y las vacaciones dejan sobre el rostro, el Centro de Estética Silvia Giralt tiene el tratamiento perfecto. Se trata del Beauty Face Repair, un protocolo de autor exclusivo de este centro, que trata tanto rostro, como cuello y escote.
Según describe su fundadora, «el tratamiento comienza con un ritual de toallas calientes que permiten que los poros se abran para que penetren mejor los activos que se utilizan después, aumentando así su eficacia. Además, se estimula la circulación sanguínea, lo que favorece el aporte de oxígeno y nutrientes a la piel para un rostro más oxigenado, luminoso y con mejor tono«.
Después, para potenciar esos efectos se utiliza un exfoliante limpiador, «al masajearlo sobre la piel, se eliminan las células muertas, aportando una suavidad inmediata, al mismo tiempo que se aportan vitaminas como la C, gracias al aceite de pomelo que incluye, ideal para estimular la formación de colágeno», describe la esteticista.
Tras ello, se aplica un sérum en aceite bio reparador a través de un masaje facial con toallas y guantes de plata para nutrir y reparar los tejidos internos más profundos. «Gracias a activos como el aceite de semilla de baobab, ácidos grasos, macadamia y la vitamina E es de gran utilidad para hidratar las pieles muy secas, al mismo tiempo que ayuda a reducir los signos del envejecimiento, estimulando el colágeno y aportando flexibilidad y firmeza al rostro», añade Giralt.
El cuerpo también necesita un cuidado especial
Ante los cambios de horarios, especialmente en verano, el rostro no es lo único que sufre, «el cuerpo también se ve afectado por la suma de cansancio acumulado y las altas temperaturas, obteniendo como resultado una mayor retención de líquidos o unas piernas cansadas», afirma la fundadora del centro. Para ello, la esteticista recomienda combinar el tratamiento Beauty Face Repair con otro de sus tratamientos de autor, Body Svelte, galardonado como Mejor Tratamiento Estético en Cabina en los Premios Vida Estética 2024.
Tal y como expresa Silvia, «el protocolo combina técnicas drenantes, masajes reafirmantes con toallas y aceites esenciales para eliminar toxinas, reducir los líquidos retenidos, estimular el colágeno, reafirmar la piel y aliviar la sensación de piernas cansadas«.
Su enfoque holístico busca sincronizar cuerpo y mente, lo que lo convierte en el tratamiento perfecto para recuperar el equilibrio integral después del verano o en cualquier momento del año.