La franquicia habla en femenino

El universo femenino ha adquirido una importante presencia en el mundo empresarial, pero además también lo ha hecho en el ámbito de la franquicia, un sistema de negocio en el que la balanza se ha inclinado considerablemente hacia un perfil claramente femenino, una tendencia que se ha visto acentuada en los últimos cinco años, según desvelan desde la consultora Barbadillo y Asociados (www.bya.es).

Y son varios los factores que han motivado este incremento, según comenta Teresa Zamora, Directora de Marketing de la consultora: “En primer lugar, las empresas franquiciadoras muestran una clara preferencia por la mujer a la hora de elegir a los gestores de sus puntos de venta; por otra parte, las candidatas superan en número a los hombres, ya que proporcionalmente el número de mujeres que se han quedado sin trabajo en los últimos años ha sido mayor que el de hombres, convirtiéndose la franquicia en una fórmula de autoempleo que ofrece múltiples posibilidades para continuar trabajando por cuenta propia”.

A su vez, el nivel de éxito de las mujeres en este tipo de negocio empieza a superar al de los hombres, debido, en parte, a una mayor capacidad de trabajo y a un espíritu emprendedor en muchos casos muy acentuado. Del total de centrales de franquicias que se encuentran en proceso de expansión, un 67% prefieren que al frente de sus establecimientos franquiciados se encuentre una mujer. El factor femenino también supera al masculino cuando hablamos del número de candidatas, suponiendo ya un 58% sobre el total de aspirantes.

“Lo que aconsejamos a todas las personas que acuden en busca de asesoramiento es que primero se planteen lo que realmente les gusta y para qué están más capacitadas”, afirma Teresa Zamora. En este sentido, los sectores de restauración, moda femenina, genérica e infantil, ocio infantil, enseñanza y belleza son los que mayor número de mujeres empresarias aglutina. “Una vez realizado este primer análisis, deben elegir entre todas las franquicias que se adecuen a su perfil, teniendo asimismo en cuenta tanto el nivel de riesgo que representan como las exigencias económicas que suponen”, concluye.