Las pymes se adaptan a la nueva realidad: el ‘trabajo líquido’

Si algo ha traído la crisis del coronavirus, entre otros aspectos, es cambios estructurales en la planificación y la gestión del trabajo.

Las pymes han empezado a “oficializar” el trabajo 100% en remoto, a dar más flexibilidad a sus trabajadores, a primar el trabajo por proyectos y a digitalizar sus procesos… Todo esto, y más, es el “trabajo líquido”, una tendencia en el ámbito de los Recursos Humanos, que la pandemia ha hecho resurgir y crecer y que, tal y como se destaca desde Woffu, startup especializada en la optimización de la gestión del tiempo de los empleados, ha venido para quedarse.

Cada vez hay más ‘trabajadores líquidos’, empleados que pueden trabajar en cualquier momento y lugar. Las empresas líquidas son el futuro, la “nueva realidad” del entramado empresarial y el origen de este apasionante viaje es la optimización de la digitalización del tiempo.

El “trabajo líquido” es un término acuñado por Accenture, y consiste en emplear una variedad de recursos distintos (internos y externos) para satisfacer las necesidades del negocio, ajustando esos recursos conforme a las necesidades cambiantes.

En este punto, los pilares sobre los que se asienta una “empresa líquida” son principalmente tres: la digitalización, la flexibilidad y la movilidad. Tal y como sostiene Fresneda, CEO y fundador de Woffu, “la digitalización se asocia con la transformación digital de los negocios, entendida como habilitar, mejorar, o evolucionar las funciones empresariales, aprovechando las tecnologías digitales”.

Por otro lado, la flexibilidad horaria, en estos tiempos que corren, cobra mayor protagonismo que nunca. Las complejas circunstancias actuales hacen primordial que la empresa disponga de una responsabilidad social corporativa de adaptación a la “nueva realidad” del trabajador, otorgando una mayor flexibilidad horaria; “y debería hacerlo de una forma natural, proactiva, sabiendo que los frutos llegarán dado que su compromiso hacia la empresa habrá crecido de manera exponencial”. Y, por último, la movilidad es poder trabajar desde cualquier lugar en base a objetivos.

EL ‘PROFESIONAL LÍQUIDO’

Estamos en un momento de cambio y el auge de este perfil ha sido muy notable. Los ‘trabajadores líquidos’ de hoy trabajan para adquirir experiencia y formarse como personas y no como empleados, atados a un único proyecto empresarial de por vida. «Son profesionales que viven afines a los cambios continuos, entrando a formar parte de un proyecto atractivo”, sostiene Fresneda.

Se puede decir que el ‘trabajador líquido’ puede trabajar en cualquier momento, desde cualquier lugar, con cualquier tipología de relación laboral, en un contexto de transformación digital totalmente necesaria en su día a día.

Las empresas líquidas crean ejércitos de trabajadores líquidos y aspiran a un universo laboral sin fricciones, donde el empleado está en el centro, y este siente que forma parte de la misma, cree en la visión, en su misión, en sus valores, y siente que crece profesionalmente.

Es por esto que muchas empresas están adaptando sus políticas de Recursos Humanos a esta nueva realidad y están ofreciendo, por ejemplo, la posibilidad de trabajar 100% en remoto.

Y la tendencia es que las empresas se sigan adaptando a esta ‘liquidez’ y buena muestra de ello es el borrador que se está generando desde el Gobierno para regular el teletrabajo. Las pymes que consigan adaptarse serán las que tengan éxito y las que no, simplemente no serán.